En la última década del siglo XVII, el esfuerzo de los jesuitas para ampliar la oferta de formación en las universidades de Coimbra y Évora contribuyó para que las ciencias matemáticas figurasen en los complejos programas decorativos de los colegios de estas ciudades.
Todo indica que los azulejos con la representación de los teoremas de Euclides integraron las grandes obras de renovación emprendidas durante el rectorado de Nuno da Silva Teles, cuando el escultor Claude Laprade realizó las sobrepuertas de las Aulas dos Gerais y las esculturas con representaciones alegóricas de las facultades, entre los años 1700 a 1702.
Otros cuatro azulejos de este programa decorativo, ahora pertenecientes a la colección del Museu Nacional Machado de Castro, formaban parte un planisferio celeste, con la representación de los hemisferios Norte y Sur.

Como Francisco Gil ya había propuesto en su estudio, podemos reconstituir el conjunto si superponemos los azulejos con las cartas de las constelaciones elaboradas por Johannes Hevelius (1611-1687), importante astrónomo polaco cuyo trabajo alcanzó gran reconocimiento en la segunda mitad del siglo XVII.
Con un sentido didáctico y un enfoque ecléctico característico de los pensadores jesuitas, se añadieron a los mapas celestes diversos esquemas de interpretación del universo.
En los azulejos restantes podemos identificar el sistema ptolemaico y también el de Copérnico, con las estrellas dispuestas en el último cielo, justo después del de Saturno, exactamente como se exhibe en la obra de Athanasius Kircher, el filósofo jesuita más importante de la época. Es muy probable que, en la parte inferior del hemisferio Norte, hubiese también la representación de los dos modelos asociados con las ideas del astrónomo Tycho Brahe.

Una última curiosidad, en uno de los azulejos identificase el cometa C/1652 Y1, avistado por primera vez en Brasil en el año 1652, el cual fue utilizado en un estudio comparativo sobre las colas de estos cuerpos celestes en el tratado del astrónomo Johannes Hevelius.
Aunque es poco probable que haya sido utilizado como instrumento didáctico durante las clases, es innegable que el planisferio representado en los azulejos constituye una afirmación de las matemáticas como lenguaje erudito, y que las ideas siguen el ritmo de la evolución del conocimiento astronómico de la época, como lo enseñaron los jesuitas.
BIBLIOGRAFÍA PRINCIPAL
DUARTE, António Leal; SIMÕES, Carlota & GIL, Francisco. Azulejos que testemunham o ensino das ciências nos colégios jesuítas em Coimbra. https://doi.org/10.14195/978-989-26-1871-5_7
KIRCHER, Athanasius. Iesu Itinerarium exstaticum: quo mundi opificium. Roma: Vitalis Mascardi, 1656.
MANGUCCI, António Celso. História da azulejaria portuguesa, iconografia e retórica. Tese de doutoramento, Universidade de Évora, 2020. http://hdl.handle.net/10174/28727